El uno a uno del Villarreal B-Alavés: Sivera se salva

Sus paradas en la segunda parte permitieron, al menos, mantener al Alavés con esperanza. Un rebote le dificultó la estirada en el gol local y tuvo algunos problemas con los pies, pero fue el albiazul más consistente.

Sin excesivos errores en defensa, en especial durante un arranque correcto de partido, pero tampoco aportó en ataque. Vio la tarjeta amarilla por una dura entrada. Peor que en ocasiones anteriores.

Algo mejor que su acompañante en el centro de la defensa, pero sin la solvencia de ocasiones anteriores. También arrancó bien, pero acabó sufriendo ante el ataque local y tuvo algunas acciones comprometidas.

El VAR le libró por fuera de juego de una expulsión que parecía inevitable. En esa acción le encontraron la espalda, algo frecuente durante el partido. Acabó de central tras la reorganización final.

El capitán regresó al once titular, pero su encuentro estuvo lejos de ser solvente. Arrancó bien, con buenos cortes y solvente en la disputa, pero desde que vio la amarilla perdió el control del escenario.

Irreconocible en el centro del campo. Completamente desapercibido como enlace entre Blanco y zonas más adelantadas. Impreciso cuando quiso encontrar huecos con la pelota. Menos de una hora sobre el campo.

De los más destacados en la primera mitad. Protagonizó un mano a mano que abortó la defensa local. Activo para buscar espacios interiores desde la banda derecha. Cambiado al descanso.

Sigue sumido en un mar de dudas. A kilómetros de la versión que lideró al equipo en el arranque de Liga. Su entrega es incuestionable, pero ha perdido la chispa y acierto que necesita para que su fútbol fluya.

Al menos lo intentó. Se ofreció con insistencia en tareas de creación, pero acabó absorbido por los graves problemas del equipo para encontrar espacios. Demasiado campo para abarcar, lo que le hizo llegar tarde a algunas acciones.

Tampoco mostró la imagen desequilibrante de ocasiones anteriores. Poca participación en el juego ofensivo del equipo y excesivamente individualista y acelerado cuando tuvo opciones prometedoras de ataque.

Trabajador en la presión, que debió ser continua debido al dominio rival. Pero especialmente desacertado cuando buscó conectar con la pelota. Tampoco estuvo fino al remate. Sacrificado al descanso.

Algunos errores, pero también proyección ofensiva en la derecha.

Tampoco logró sacar al equipo del atasco con el balón. Se encargó del balón parado, único recurso.

Intermitente y sin la chispa que necesitaba el equipo en ataque.

Actuó como punta más móvil y consiguió dar algo de ritmo a los ataques.

Salió tras el descanso y apenas tuvo incidencia en el juego. Tampoco estuvo acertado dentro del área.

Solo había jugado de inicio un partido en Liga y aprovechó la sanción de Abqar para entrar, pero apenas hizo méritos para mantenerse en el once ante el Lugo.

Tras mes y medio sin jugar por problemas en el tobillo, el vallisoletano volvió a tener minutos. Su regreso, además de ampliar las opciones en ataque, abre la puerta al 4-4-2.