Secciones
Servicios
Destacamos
Sergio Eguía
Jueves, 9 de febrero 2017, 09:06
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
La petición de Josean Querejeta para que la final de Copa se dispute en San Mamés comienza a encontrar voces favorables. Anoche era el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, el que, en twitter, se sumaba a la idea del líder del grupo inversor que dirige el Alavés. Este jueves, en los pasillos del Parlamento vasco, Iñigo Urkullu, tampoco se ha opuesto. Hasta este viernes, cuando preguntado en Bilbao por Radio Popular y una vez conocida la postura contraria de la Diputación de Bizkaia, ha afirmado que «si no puede ser, no puede ser».
Ayer jueves, el lehendakari trasladó sus felicitaciones al Alavés, y afirmó que sería «extraordinario» que ese encuentro pudiera jugarse en San Mamés. «Con todo merecimiento: zorionak», ha afirmado Urkullu que también ha mostrado «mucha esperanza» para la final, «a pesar de que sea contra el Barça».
Como en ocasiones anteriores cuando un equipo vasco ha jugado una final, el lehendakari ha anunciado que acudirá al encuentro, y ha recordado en concreto el caso del Athletic de Bilbao también contra el Barça en la Copa. «A ver si en esta ocasión tenemos fortuna y ganamos», ha concluido.
Un opción remota
En cualquier caso, la posibilidad de que la final se juege en Bilbao se presenta, a priori, muy remota. Una de ellas es la disponibilidad de San Mamés por razones técnicas. El 30 de mayo, tres días después de la final, se celebra un gran concierto de Guns N Roses en el estadio rojiblanco. Para montar el escenario son necesarias cinco jornadas de trabajo, lo que podría hacer inviables los deseos de Querejeta, respaldados por el lehendakari, aunque se solventara otro tipo de eventuales trabas. El concierto está organizado por la Diputación de Bizkaia, uno de los socios de San Mamés Barria, propietaria del campo.
Otra handicap es de índole política. Antes de conocerse quiénes serían los contendientes, tanto el Ayuntamiento de Bilbao como la Diputación de Bizkaia han mostrado un escaso entusiasmo por acoger en San Mamés una final de la Copa del Rey y, pese a las propuestas de algunos partidos de la oposición, han eludido ofrecer el campo a la Federación Española de Fútbol. Por el contrario, hosteleros, taxistas y comerciantes -entre otros colectivos- han mostrado un enorme interés en que Bilbao sea sede de un partido de esas características, que atraería a decenas de miles de personas a la capital vizcaína y tendría un notable impacto económico.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El juzgado perdona una deuda de 2,6 millones a un empresario con 10 hijos
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.