Un alivio generalizado

Y de una temporada dubitativa en casa. Sólo tres triunfos en once partidos suponían un bagaje demasiado escaso. Ayer llegó el cuarto. «Ya era hora», respiró Alberto, consciente de que el resultado levanta la moral de una tropa alicaída. Tanto que volvió a evidenciar dudas en varios momentos de la segunda mitad, víctima de sus propios miedos. El míster reconoció que esa ansiedad a la que hacía alusión en la previa del partido estaba empezando a pesar en la caseta.

«Ves jugadores que poco a poco se retraen, cuando las situaciones no tienen que ser así. Estás ganando 1-0, en casa, trabajando bien, pero el balón empieza a quemar, ves errores en pases que en el día a día no los ves. Sí que parece que hay jugadores a los que les quema un poco más y el hecho de ganar partidos y sacar puntos te hace recuperar esa confianza. Porque lo han hecho bien. No hay que poner en duda nada», reflexionó.

Lanza «nos da cosas»

Atribuyó también mérito al Leganés. «La manera de jugar ellos, muy directa, es difícil. La gente de arriba va cayendo físicamente, te van metiendo y no es fácil. El problema es que el 2-0 ha llegado en el minuto 90; si hubiéramos metido antes, habría sido más tranquilo». Una ventaja, a su juicio, quizás excesiva porque el partido fue «tremendamente igualado», afirmó Alberto.

«Es un buen rival y nos ha costado. Primera parte correcta de los dos equipos y en la segunda nos ha costado, se han ido para arriba y con su juego directo nos han causado ciertos problemas. Podríamos haber terminado en empate perfectamente si no tenemos esos aciertos de cara a gol».

En el capítulo de nombres propios, el entrenador albiazul se felicitó por la entrada de Lanza en el equipo. «Ha estado bien, físicamente estaba para aportar cosas, nos ha dado juego por dentro y mientras le ha aguantado el físico nos ha permitido generar cosas. Ya nos ha dado cosas y nos va a dar más», indicó el irundarra, especialmente contento también por el retorno de Jiri Jarosik después de siete meses sin jugar y un calvario de lesiones. Tenía la duda entre el checo y Migue para cubrir la baja del lesionado Einar y se decantó por el primero porque llevaba más tiempo entrenando con el grupo. «Es muy poderoso y la experiencia te da cosas», elogió.

Garitano, sin peros

El entrenador visitante, Asier Garitano, no puso ninguna objeción a la derrota de su equipo en Mendizorroza. «Ha sido igualado hasta el gol, a partir de ahí nos ha costado más y el Alavés ha estado mejor y más tranquilo en el campo. Hemos abusado de balones frontales, donde Jarosik ha sido muy solvente y no teníamos posibilidad de darle continuidad al ataque. Hemos tenido una opción en todo el partido de haber empatado, en un remate de Fran (Moreno), pero si no lo consigues ahí, se veía que el partido iba a acabar 1-0, porque nos costaba mucho, o lo que ha pasado, el 2-0. No hemos tenido un buen día».