Cuando caminas por el límite un charco parece un océano y culalquier resbalón acaba en accidente grave. Casi irreparable el de ayer en Son Moix para un Alavés que vio cierta luz tras la victoria ante el Rayo Valllecano. La misma que tras la derrota ante el Mallorca queda convertida en un leve y vacilante parpadeo de emergencia para las cinco ú
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión