El hijo de Negreira reconoció tras la final de Copa el fuera de juego en el segundo gol blaugrana

El tanto de Neymar se produjo al filo del descanso. Es entonces cuando el delantero brasileño remata a gol un centro lateral en el segundo palo. En aquel momento, la imagen de televisión ya sugirió una posible posición adelantada. El informe atribuye el error al «asistente 1», que no levantó el banderín. Todavía no había entrado en vigor el VAR, por lo que la infracción no pudo señalarse a posteriori. Pocos minutos después, aún en la primera parte, el Barcelona marcó el 3-1 definitivo por medio de Alcácer. Esta vez, con todas las de la ley.

Sin embargo, no es el único hecho llamativo en la comunicación entre Enríquez y el Barcelona. También el informe previo al partido ofrece datos reveladores. Entre detalles técnicos sobre las cualidades de su arbitraje y el de los asistentes, cuela una frase llamativa. «Más allá del partido, buscará quedar bien con el Club y los jugadores, es el primer interesado en pasar desapercibido», asegura. No aporta más información al respecto, aunque sí un consejo al Barcelona. «Si el partido se desarrolla con normalidad y se gana, como cabe esperar, sería bueno que los jugadores y técnicos se despidan de él públicamente. Siempre es bueno para la imagen del Club», apunta. El de entonces fue el último partido profesional de Clos Gómez.

Su designación fue polémica. Hace una semana, El Confidencial reveló que el Barcelona conoció, por medio de Javier Enríquez, la designación del colegiado tres meses antes que el anuncio oficial. El 27 de febrero de 2017, el hijo del que fuera vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros envió a Albert Soler, directivo azulgrana, el siguiente mensaje: «Será Clos Gómez, al 99%». 74 días después, la RFEF anunció la designación del aragonés.

Fue el último partido arbitrado por Clos Gómez, cuya retirada obligada por haber alcanzado la edad máxima permitida era conocida desde el comienzo de temporada. La designación se entendió como un gesto hacia el colegiado, internacional y con una década en Primera a sus espaldas. Algo que se ha repetido en la última década en los casos de Estrada Fernández y Undiano Mallenco. También es una norma no escrita que el árbitro elegido sea internacional, como era el caso de Clos Gómez.