El mal menor, para lo que parecía sobre el terreno de juego. Los gritos de dolor de Rubén Duarte, retorcido en el césped del Benito Villamarín, y su posterior retirada en camilla no presagiaban nada bueno, pero las pruebas efectuadas al defensa albiazul revelan una dolencia leve. Una lesión a nivel del obturador interno de su pierna derecha �
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