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Equipo del año 1939. LIBRO J. GOMEZ, EC Y DFA
Un tropiezo con los Miñones

Un tropiezo con los Miñones

Historias en albiazul. 1939 ·

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Jueves, 1 de julio 2021, 03:05

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El cuerpo de miñones es uno de los símbolos alaveses más significativos. Como policía foral, cumplía funciones de persecución de malhechores, control de caminos, entrega de despachos, lucha contra el contrabando y cobro de arbitrios. Pese a la abolición foral de 1876, los miñones no desaparecieron. Gracias al mantenimiento del Concierto económico alavés, tras la Guerra Civil continuaron ejerciendo tareas de vigilancia de edificios forales, carreteras e impuestos provinciales.

Fue entonces cuando se produjo un pequeño roce entre los miñones y el Deportivo Alavés. Sucedió en el otoño de 1939, una etapa no muy adecuada para sostener un conflicto con las autoridades. Era también un periodo de dificultades económicas, en el que el Alavés trataba de incrementar sus ingresos, atrayendo a un mayor número de socios. Por su parte, también la Diputación Foral, en tiempos de crisis, intentaba cobrar eficazmente los impuestos, para cuadrar el presupuesto provincial.

Hay que tener en cuenta que, en sus comienzos, el Alavés era un club deportivo en general: el ser socio no implicaba entrar gratis a los partidos, sino que era necesario comprar siempre la entrada, con un importe reducido. Sin embargo, más adelante el Deportivo pasó al sistema de abonados actualmente vigente: en septiembre de 1939 cada socio pagaba 2 o 5 pesetas al mes, dependiendo de si la localidad era de general o de preferencia, y con un recibo y el carnet de socio entraba al estadio. El jefe accidental de los miñones se percató entonces de que los recibos mensuales de los socios no habían sido presentados para su sellado, previo pago del impuesto del timbre sobre espectáculos. Cumpliendo con su deber, denunció el caso a la Diputación, por si de este hecho pudiera derivarse una evasión de impuestos.

El diario falangista 'Norte' se hizo eco de esta notificación, lo que algunos interpretaron como un intento del jefe de la policía foral y de la propia Diputación de arremeter contra el Alavés. Lo cierto es que este, pese a estar económicamente en horas bajas, tenía ya tal prestigio simbólico que la corporación tuvo que rectificar, explicando que le había causado «extrañeza» la noticia aparecida en 'Norte', que parecía querer enfrentar al club babazorro con los miñones y con la corporación provincial.

Significativamente, fue el otro diario local, el carlista 'Pensamiento Alavés', más apegado a las tradiciones foralistas, quien destacó la marcha atrás de la Diputación, plasmada en una nota de rectificación: «Ni por un momento puede darse lugar a pensar que en el Palacio Provincial haya el menor deseo de inferir la menor molestia ni el más leve perjuicio a una entidad que siempre ha merecido toda clase de simpatías y consideraciones por parte de la Corporación. Solo un espíritu excesivamente suspicaz puede ver en la actuación del citado jefe deseo de ir contra el Deportivo, toda vez que se limitó a poner en conocimiento de la Comisión Provincial la modalidad establecida a favor de los señores socios para presenciar los partidos, por si pudiera tener alguna derivación relativa al impuesto».

La Diputación aclaraba que «no se trata en realidad de tarjetas mediante cuyo pago y presentación se obtiene el acceso al estadio, sino de recibos de cuotas mensuales de los socios, de diferente cuantía, según las localidades que estos deseen ocupar en el mismo». Por tanto, al no ser propiamente entradas, «los recibos aludidos no están sujetos al pago del impuesto provincial del Timbre que grava los espectáculos públicos». La Diputación fue incluso más allá, pidiendo disculpas al Alavés por el malentendido: «Es de tener también en cuenta que el Club Deportivo Alavés es una sociedad que persigue el fomento del deporte en todas sus manifestaciones, sin perseguir con ello fines lucrativos». Una muestra de cómo el club se había convertido ya en un símbolo compartido, con el que ni siquiera la propia Diputación quería enfrentarse.

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