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Selección de Hungría.
El misterio del húngaro huido del telón de acero

El misterio del húngaro huido del telón de acero

Historias en albiazul. 1950 ·

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Viernes, 8 de octubre 2021, 23:29

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Durante la Guerra Fría, muchos deportistas huyeron de la Europa comunista, atravesando clandestinamente el telón de acero o aprovechando las competiciones internacionales para desertar. Entre ellos destacan los futbolistas húngaros Ladislao Kubala y Ferenc Puskás, que más tarde entrenó al Deportivo Alavés. Ya en 1950 se habló también de que su compatriota József Lakatos podía recalar en el equipo albiazul, aunque finalmente pasó al Málaga, que lo cedió al España de Tánger.

Mucho más cerca de jugar en el Alavés estuvo otro exiliado húngaro, que desde noviembre de 1949 vivía «cerca de Vitoria» y que empezó a entrenar con el once babazorro, entonces en Tercera. Su personalidad está rodeada de misterio. La prensa local le llamó simplemente 'Ladislao', indicando que era un auténtico «Stradivarius del balón», mientras la afición esperaba su fichaje con la lógica ilusión. Para formalizar su ficha, el presidente albiazul José María Aresti se desplazó en dos ocasiones a Madrid para confirmar con la Federación que todo estaba en orden.

A la espera del 'transfer' internacional, el 17 de febrero de 1950 la prensa vitoriana anunció que «el húngaro Ladislao» se estaba poniendo en forma «a un ritmo acelerado» y que enseguida «se procederá al fichaje en firme». Pero el día 20, cuando la Directiva alavesista le presentó un contrato, el futbolista alegó que no podía firmar, por haberlo hecho el día anterior por el R.C.D. Español de Barcelona. La noticia «cayó como una bomba» en la Junta, que de inmediato prohibió al jugador entrenarse en Mendizorroza y le exigió la devolución de los emolumentos adelantados. Todo ello causó una gran «desilusión entre la afición», que entendía que Ladislao había incumplido el «compromiso verbal» adquirido con el Alavés.

Enseguida se supo que el magiar tenía un «ángel guardián», una especie de representante, que había ofrecido «la mercancía» a varios equipos de Primera, como el Barcelona, la Real y finalmente el Español, con ofertas que el Alavés no podía igualar. Además, el propio futbolista consideraba que jugar en un club de Tercera rebajaba sus expectativas. Lo curioso es que, al publicarse en marzo de 1950 la noticia de su fichaje por el Español en la prensa nacional, su nombre había pasado a ser Estanislao Garamvolgyi. Con un toque de ironía, 'Pensamiento Alavés' publicó un suelto titulado «¿Pero no era Ladislao?».

Según 'El Mundo Deportivo', el nuevo fichaje 'periquito' procedía del Ujpest de Budapest. Este club había vivido entre 1945 y 1950 su segunda época dorada, ganando tres campeonatos de Liga, aportando nueve jugadores a la selección húngara y llegando a sumar 187 goles en una temporada. Sin embargo, en 1950 el Gobierno comunista se incautó del club, lo refundó como equipo oficial de la policía y lo rebautizó como Budapest Dózsa, en recuerdo de György Dózsa, el líder de una revuelta campesina del siglo XVI, al que los comunistas habían convertido en un héroe nacional.

Coincidiendo con este cambio, Garamvolgyi se había escapado de Hungría, estableciéndose en Francia. Aquí la FIFA le había impedido jugar como profesional, poniéndole como condición que lo hiciera un año como amateur. Además, había llegado a ser tres veces internacional con Hungría, enfrentándose a Austria, Rumanía y Yugoslavia. El problema era que pasar del campeón de Hungría y de la selección magiar a la Tercera División española era un salto demasiado deprimente.

El jugador declaró que «siempre quedaría agradecido, a pesar de lo que se quiera pensar, a la Directiva del Deportivo Alavés y afición local». Cuando el 8 de marzo de 1950 Garamvolgyi apareció por Sarriá, los cronistas catalanes vieron en él «aires de jugador de clase», lamentando que ese año no pudiera disputar ninguna competición oficial. En teoría, su contrato duraba lo que restaba de temporada, con opción a tres años más, pero no llegó a debutar con el Español, perdiéndose el rastro de su carrera como futbolista.

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