Consuelo y alivio. Fernando Ortiz de Zárate recibe el cariño de dos hinchas al acabar el partido de Vigo que mantuvo al Alavés en Segunda. /
{
Consuelo y alivio. Fernando Ortiz de Zárate recibe el cariño de dos hinchas al acabar el partido de Vigo que mantuvo al Alavés en Segunda. /
No hay que remontarse a los tiempos de Maricastaña para recordar a un Alavés tan al límite de su existencia. De la mano de Dmitry Piterman, aplaudido por una legión de insensatos cuando posó desnudo en el banquillo del campo municipal de Mendizorroza y detestado al final por casi todos cuando ya no había más ruedas de molino por comulgar, el
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión