El uno a uno del Celta-Alavés

Poco pudo hacer en los goles, aunque en el segundo Iago Aspas le sorprende por el palo corto con un remate rápido y potente. Pero tampoco firmó intervenciones destacadas para dar algo de aire al equipo.

Galhardo le ganó la posición en el primer gol gallego y después solo pudo sobrevivir achicando agua en una defensa superada. A favor, que no se esconde: dio la cara delante de las cámaras de televisión y ante los aficionados desplazados al salir del estadio.

No cometió errores de bulto, pero la zaga alavesista volvió a mostrarse blanda durante todo el partido y no supieron frenar los movimientos de Aspas y las llegadas de segunda línea del Celta. Facilidades a la espalda con la zaga de tres centrales en la segunda parte.

Volvía al lateral izquierdo por la sanción de Duarte y la entrada de Tenaglia en el derecho y tuvo problemas con la movilidad ofensiva de Brais y Denis desde el principio. En la segunda parte ejerció de tercer central y terminó expulsado por una roja un tanto rigurosa como último de

Pobrísimo retorno a la titularidad del argentino, que estuvo mal en defensa y no dio ninguna noticia en ataque. Cervi le ganó la partida por su carril y la movilidad de las piezas ofensivas celestes le desajustaba continuamente.

El suyo también fue un partido muy malo, sin capacidad para frenar el dinámico juego celeste en el centro del campo y muy impreciso con la pelota en los pies, pero el senegalés, al menos, transmitió algo de intención y agresividad a la hora de competir por la pelota. El menos malo.

El manchego fue el elegido para cubrir la baja de Escalante y, en su primera titularidad con Velázquez, estuvo desbordado en todo momento. No aportó ni en la tarea de contención ni con el balón ni en las segundas jugadas.

Había desaparecido del equipo después de jugar nueve minutos desde el banquillo en el estreno de Velázquez. Volvía al equipo por la lesión de Manu García, pero apenas apareció y acabó naufragando en el pésimo tono general del equipo.

Los atacantes albiazules apenas aparecieron y el canario no estuvo afortunado en las pocas acciones que protagonizó en el campo contrario, con centros y disparos precipitados y ninguna profundidad por banda.

Del andaluz se pueden salvar el esfuerzo y el compromiso, aunque fue igual de improductivo de sus compañeros de ataque, desconectado y sin balones. Ha bajado notablemente sus prestaciones en la segunda vuelta del campeonato.

Suyo fue el único disparo a portería del equipo albiazul, en el minuto 37, a media vuelta tras un buen control, pero está lejos de ser el referente ofensivo que fue durante los dos cursos anteriores y buena parte de éste. Desasistido y desenchufado.

Entró como carrilero largo tras el descanso y no se adaptó a la misión en ningún momento, con problemas desde el principio.

No jugaba desde finales de enero y saltó al terreno de juego cuando el partido ya estaba decidido.

Intento de elevar la energía de un equipo deprimido que ya daba el partido por perdido. Sin opciones, en la tónica general del bloque.

Trató de aportar movilidad y deseo entre líneas, pero se desinfló con el paso de los minutos.