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Alavés-Racing | Liga Smartbank: directo y crónica

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RAFA GUTIÉRREZ
Alavés-Racing | Liga Smartbank Jornada 24

El Alavés se aferra al primer escalón

Una victoria sufrida pero amplia ante el Racing permite al conjunto vitoriano sostener el ritmo de los mejores en la cabeza de Segunda

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Sábado, 21 de enero 2023

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El Alavés salvó este sábado un momento delicado de esta liga para aferrarse al primer escalón, el de los mejores en la tabla. La escuadra albiazul consiguió un sufrido aunque amplio triunfo ante el Racing cuando la clasificación y el estado de forma de los rivales directos apunta a que en breve puede producirse un corte en los puestos de privilegio. Tras una secuencia anterior de cinco derrotas en seis jornadas, el conjunto vitoriano logró mantener la solidez en Mendizorroza y seguir así a tiro de las dos primeras plazas. No será ni mucho menos sencillo pelear por un ascenso directo que demanda una regularidad que los pupilos de Luis García extraviaron en diciembre y ahora pretenden recuperar. Se antoja evidente que subirse a la espalda de plantillas como Las Palmas o Levante exigirá aquello que Luis Aragonés bautizó como 'ganar, ganar, ganar y volver a ganar'.

Deportivo Alavés

Sivera; Tenaglia, Maras, Sedlar, Duarte; Sevilla (Moya, m. 77), Blanco (Benavídez, m. 77); Abde (Róber, m. 71), Guridi (Jason, m. 71), Rioja (Javi López, min. 92); y Sylla.

3

-

0

Racing de Santander

Miquel Parera; Dani Fernández, Germán, Rubén Alves, Saúl (Satrustegui, m. 53); Mboula (Arturo, m. 70), Aldasoro (Yeray, m. 70), Íñigo (Cedric, m. 79), Pombo, Íñigo Vicente; y Matheus Aiás.

  • Goles. 1-0, m.13: Rioja. 2-0, m.66: Sevilla, de penalti. 3-0, m.79: Sylla.

  • Árbitro. Arcediano Monescillo (Comité Castellano-Manchego). Expulsó al local Róber (mi. 75). Amonestó con tarjeta amarilla a local Blanco (m. 68) y a los visitantes Aldasoro (m. 57) y Rubén Alves (m. 83).

  • Incidencias. 14.625 espectadores en Mendizorroza

Por ahora, el Alavés ha demostrado que su fiabilidad en casa resulta hasta cierto punto tranquilizadora. 27 puntos de los 40 que suma en su casillero han llegado al abrigo de sus aficionados, cuyo apoyo en todo tipo de situaciones queda fuera de toda duda. Tras el notable choque de Copa ante el Sevilla, el Alavés se plantó sobre el césped con la novedad de su último fichaje, Antonio Blanco, que se había estrenado durante media hora en el choque del martes y ayer se mostró más que correcto. Si recién incorporado entró en el once, habrá que pensar que se necesitaba con urgencia. Para dejar en el banquillo o dar descanso a un Benavídez demasiado impulsivo en sus comparecencias anteriores y lejos del excelente rendimiento del inicio de temporada. Llegó por obligación la entrada de Sedlar por el sancionado Abqar en el centro de la zaga -Laguardia no es actualmente ni el tercer central- y también siguió en el onco Abde en el lugar habitual de Alkain y Sylla, otra vez con gol, por el tocado Miguel.

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Nadie podrá discutir el merecimiento albiazul en la victoria de ayer, aunque la realidad pinta un lienzo que tampoco resulta excesivamente colorido. Porque al Alavés, como sucede con equipos 'normales' de Segunda, le sigue faltando filo. Es decir, calidad para romper a sus rivales en el área contraria. No lo desmiente el 3-0, el mejor resultado del curso. El duelo solo se encarriló tras un grosero error de Germán bien aprovechado por Rioja y un penalti sobre Duarte que transformó de nuevo Salva Sevilla. El último tanto llegó en una contra bien resuelta por Sylla y a la que debió dar el visto bueno el VAR. Sin embargo, el cuadro albiazul volvió a generar bastante más juego en zonas comprometidas que ofrecer claridad en esos últimos metros. A cambio, la entrega y el orden le bastan para insistir e insistir. Algo así como derribar muros con un martillo. Como sucedió ante un Racing al que los vitorianos controlaron durante más de una hora de juego y que, no obstante, tuvos sus minutos antes del descanso.

Ahí hubo diferencia y fue favorable a los cántabros. Casi anulados de inicio, con muy poco balón en sus botas ,rozaron el tanto del empate en tres ocasiones claras. Una llegada de Matheus, un balón de Pombo a la cruceta y un mal despeje de Maras que Sivera salvó con una acción de reflejos con el pie. Agradecimiento al meta albiazul, que ha errado en alguna acción concreta esta campaña, pero suma más que resta desde hace meses. Este sábado, la defensa se descosió demasiado en esos momentos de agobio. Aunque resulte extraño, la falta del joven y novato Abqar es un problema para ella.

Los escalofríos previos al descanso dejaron después paso a una segunda mitad más controlada por los alavesistas. De nuevo con solidaridad y concentración para reducir al adversario a la mínima expresión. No hay que ir muy lejos para saber que encajar un gol, un solo gol, genera casi la imposibilidad de ganar. Por estadística. Así que buen trabajo alavesista en general para sujetar a un Racing que llegaba en un momento dulce. Igual que sucedía con el Oviedo la pasada semana u ocurrirá con el Mirandés el próximo domingo.

Para el Alavés se trató de utilizar todas las armas. Primero con una carga colectiva sobre el adversario y muchas recuperaciones en zonas cercanas al área rival. Por ahí aparecieron llegadas y, otra vez, demasiadas opciones desperdiciadas. Percutía el equipo por la izquierda con un Duarte muy avanzado, la habilidad de Rioja y la cercanía a esa zona de Salva Sevilla. Aun así, el gol solo apareció tras una pésima cesión de Germán a su portero.

Ya mediada la segunda mitad llegaría el penalti para el 2-0 y otras de esas acciones que solo caben en la cabeza de un VAR sin cerebro. Róber, poco después de saltar al césped, vio la cartulina roja después de un intento de remate fallido que acabó con involuntaria patada a un adversario. Nada más lejano al espíritu del reglamento que esa cartulina. Tras la broma copera del colegiado Soto Grado llegó el chiste de Pérez Pallás desde Las Rozas. No hubo consecuencias, pero pudo haberlas. Sylla lo impidió tras una contra certera y el Alavés evitó daños colaterales. Para al menos soplar mañana las 102 velas de su cumpleaños con todas las aspiraciones intactas.

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