El Alavés logra sobrevivir a contracorriente

Es evidente, por una cuestión ya comprobada, que el primer y gran objetivo del Alavés es mantener su portería a cero. De hecho, cuando no lo hizo en seis partidos consecutivos de la primera vuelta desde el Valencia hasta el Real Madrid llegaron sus peores números de la campaña. Solo cuatro puntos de 24 posibles. Porque aunque su volumen de oportunidades ha aumentado de forma notable en las últimas semanas la base para mejorar la escasa producción ofensiva, el acierto sigue en límites bajos. Por el momento, el cuadro vitoriano marca en acciones aisladas de contragolpe o, como en los últimos duelos en casa, a base de mucha insistencia.

Además, anotar el primer tanto del partido ha sido hasta ahora sinónimo de éxito. La escuadra albiazul ha sumado de esta manera 24 de sus 34 puntos. En once oportunidades el conjunto vitoriano ha tomado la delantera en el marcador y el saldo ha sido de siete victorias, tres empates y una sola derrota. Aquella en Mendizorroza ante el Real Madrid (1-4), donde el árbitro también empujó lo suyo con un penalti más que dudoso y otro precedido de una clara falta sobre Daniel Torres. Cinco puntos albiazules más llegaron en otros tantos empates sin goles.

Desde el estreno liguero

La asignatura en la que el Alavés ha mejorado en estas semanas ha sido su capacidad para levantarse tras un tanto en contra. Porque hasta la remontada en Mendizorroza ante el Valencia, con los golazos de Ibai y Katai, la escuadra albiazul solo había rescatado un punto en los duelos que había arrancado por detrás en el marcador. Curiosamente, una situación que no se producía desde el estreno liguero en el Vicente Calderón. En aquella ocasión, un derechazo de Manu García en el descuento concedió el primer punto de la temporada.

A partir de ahí, el cuadro vitoriano cayó en los seis siguientes duelos donde el adversario acertó primero con la portería de Pacheco. Una racha que acabó por cortarse frente al Valencia. Con un Alavés que, como ha señalado Pellegrino durante las últimas semanas, se ha mostrado fuerte en los tramos finales de los partidos. Si durante otra fase de la temporada los últimos minutos resultaron letales, ahora el cuadro alavesista ha conseguido darle la vuelta a la situación.

Así sucedió ante el Valencia con dos tantos en el último cuarto de hora e incluso en Granada. Tras una pésima primera parte, el Alavés dispuso de opciones para al menos igualar el partido. En realidad, un gol mal anulado a Camarasa impidió a los albiazules equilibrar el 2-0. La fortaleza en las segundas mitades volvió a aparecer el lunes ante el Sevilla. Solo una noche aciaga en el remate y las intervenciones de un notable Rico evitaron que la sonrisa tras un notable partido se convirtiera en felicidad plena.