El central Rodrigo Ely entra en una convocatoria de 19 jugadores

El central cedido por el Milan cuenta, en cualquier caso, con su primera oportunidad para vestirse de corto con la camiseta albiazul. Eso sí, en una convocatoria donde el técnico incluyó a cuatro defensas marcadores, algo poco habitual. Si no hay sorpresa en Coruña, es decir, que Pellegrino coloque tres centrales desde el inicio, lo lógico será que Alexis o Rodrigo Ely sean los sacrificados.

El Alavés realizó ayer su última sesión preparatoria en Betoño y, ya por la noche, tomó un vuelo chárter desde Foronda que tenía previsto aterrizar en Coruña alrededor de las once de la noche. En una expedición de la que quedaron fuera por decisión técnica Krsticic, Katai y Raúl García. El conjunto albiazul ha reducido el número de piezas después del mercado invernal -de 26 a 23- pero el regreso al ritmo liguero y a una sola competición hasta el mes de mayo complica que existan oportunidades para todos los futbolistas. Tampoco entró en la lista el lesionado Edgar, que con una rotura de fibras se perderá al menos otras dos semanas de competición.

El choque de esta tarde, no obstante, llega con buena parte del equipo apercibido por cartulinas amarillas. Nada menos que ocho futbolistas en el límite. Entre los que forman de forma habitual en los últimos partidos, la amenaza pende sobre Feddal y Laguardia, igual que sucede con Manu García, Camarasa y Deyverson. Cualquier de ellos se perderá el próximo choque ante el Valencia en Mendizorroza si ven hoy en Riazor una cartulina amarilla. En un duelo donde el club anunció que 200 seguidores alavesistas ocuparán las gradas para apoyar al equipo.

Infarto y agradecimiento

El Alavés divulgó ayer en las redes sociales imágenes del aficionado albiazul que sufrió un infarto durante el choque copero frente al Celta y todavía se recupera en el hospital de Txagorritxu. Urbano González de Viñaspre recibió la visita de los médicos albiazules, que le atendieron tras el duelo que supuso la clasificación albiazul para la final de la Copa del Rey. «Cuando vi que el árbitro daba seis minutos de descuento, pensé: Esto no lo aguanto. Pero me quedé», explicaba el socio y accionista albiazul.

Fue después del pitido final del choque cuando Urbano comenzó a sentir «una presión fuerte». Momentos después pudo ser atendido por los servicios médicos del estadio alavesista. «Quiero darles las gracias, porque la atención rápida es lo más importante y por eso estoy aquí ahora», explicaba. El club ya había tenido un detalle anterior con este abonado, al que la plantilla visitó y envió un vídeo de apoyo.

Ayer, Urbano, «socio desde 1966» y que ya vivió la experiencia de Dortmund hace 16 años, pensaba también en Madrid y en el 27 de mayo. «Espero estar en la final. Yo creo que sí».