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Krsticic, titular ayer con el Alavés, disputa un balón con un jugador del Nàstic.
Katai y Sobrino al fin se divierten
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Katai y Sobrino al fin se divierten

El Alavés borró al Nàstic del césped de Mendizorroza sin necesidad de llevar a sus jugadores al límite. Le bastó con sus tablas y el talento de sus atacantes

Iñigo Crespo

Jueves, 22 de diciembre 2016, 22:03

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El Alavés borró al Nàstic del césped de Mendizorroza sin necesidad de llevar a sus jugadores al límite. Le bastó con sus tablas y el talento de sus atacantes. Repasamos la actuación de cada uno de los albiazules.

Ortolá

El guardameta, que disputaba su segundo encuentro como titular de la temporada -el primero fue ante el Nàstic en Tarragona- solventó sin agobios el escaso trabajo que tuvo bajo los palos. Tan solo dudó en una salida, que finalizó con un disparo demasiado cruzado de Álex López con 1-0 en el marcador. Nadie podrá borrarle el ADN Barça a la hora de sacar el balón con los pies, pero ayer fue menos temerario y más práctico.

Vigaray

El lateral, eclipsado por completo en lo que va de temporada por un Kiko Femenía imperial, no desentonó con respecto al resto de sus compañeros. Tuvo trabajo defensivo en los primeros compases y en la segunda mitad, cuando el Nàstic buscó un gol que maquillara la eliminatoria. Estuvo correcto, aunque sin grandes alardes en su proyección ofensiva.

Alexis

Experiencia y saber estar en una línea defensiva sin apenas rodaje. Se entendió con Pantic en la primera mitad, aunque no fue el encuentro más duro y exigente para el central malagueño, acostumbrado a batallar con los delanteros más tercos.

Pantic

El defensa procedente del Villarreal ha asumido su rol de meritorio en la plantilla. Sabe que la competencia es voraz con Alexis, Laguardia y Feddal, pero se ha mostrado correcto cada vez que se le ha presentado la oportunidad. Cumplió con creces en El Madrigal y ayer, salvo un par de jugadas puntuales en los que no midió con exactitud, cumplió con lo que le exigía el guion.

Raúl García

No se le presentaba un partido demasiado cautivador por el número de efectivos que actuaba en la banda. Sobrino acaparó una gran cuota de protagonismo, mientras que Katai caía de vez en cuando a su costado. Se confundió en alguna ocasión al tratar de sacar el balón, pero no llegó a poner en riesgo la meta de Ortolá.

Torres

Todavía lejos del nivel que ofreció en las primeras semanas con el Alavés, el colombiano tuvo un partido sobrio, sin demasiados problemas y con oportunidad de destacar en jugadas puntuales. Torres puso en bandeja el primer gol a Edgar en los primeros compases del partido con un pase medido a la espalda de la defensa, que tambiénpuso su grano de arena para que la jugada concluyera en gol. El colombiano dio señales de que es recuperable para la causa en la segunda vuelta.

Krsticic

El centrocampista serbio, acostumbrado a ser intermitente en sus actuaciones, elaboró algunas jugadas de mérito con su compatriota Katai y Daniel Torres. Además, consiguió un bello gol con un preciso zurdazo que dejó el encuentro solventado antes del descanso.

Edgar

Aprovechó los 45 minutos en los que estuvo en el campo para marcar en un mano a mano y borrar cualquier atisbo de esperanza para el Nàstic. La habilidad del canario con la pelota permitirá desatascar partidos y golpear al contraataque. Con el pase a octavos en el bolsillo, fue sustituido en el descanso por Cristian Espinoza.

Sobrino

El atacante cedido por el Manchester City pudo al fin sonreír con la camiseta del Alavés. El extremo, creativo e incisivo con la pelota, tan solo había disfrutado de unos pocos minutos ante el Málaga en la Liga y en el choque de ida en Tarragona, donde ingresó en la segunda mitad. Ayer se destapó como uno de los jugadores más descarados y verticales del conjunto albiazul, que en ocasiones añora regateadores afilados como él.

Katai

Incorporado para convertirse en el futbolista más desequilibrante del Alavés, el mediapunta serbio pudo desplegar al fin su fútbol de salón. Katai no está acostumbrado al juego de guerrila que ha estado obligado a practicar el conjunto albiazul, y menos a un ritmo tan frenético como el que trata de sostener el equipo de Pellegrino. Se desenvolvió de maravilla por detrás del delantero, donde más cómodo se siente. Solo le faltó el gol para redondear el partido perfecto. Estuvo a punto de conseguirlo en el minuto 69.

Santos

Enfangado en la oscura labor de batallar con los centrales. Apenas gozó de ocasiones claras para reencontrarse con el gol. Fue quizás el hombre que más complicado tuvo destacar ante el Nàstic.

Espinoza

Dio chispa al equipo en la segunda mitad y evitó un exceso de relajación. Falló la única ocasión que tuvo.

Camarasa y Manu García

Recambios sin trascendencia por su tardía entrada en el campo. Facilitaron la ovación a Sobrino.

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