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Sábado, 29 de octubre 2016, 14:41
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La alegría de los jugadores del Alavés tras ponerse por delante del Campeón de Europa duró poco. Apenas diez minutos, lo que tardó el arbitro Sánchez Martínez en ver mano de Deyverson en el lanzamiento de una falta por parte de Bale hacia la portería de Pacheco. El colegiado pitó un penalti que protestó la grada y la plantilla alavesista y que sirvió para que Cristiano amainara su sequía goleadora. Deyverson vio tarjeta amarilla. La gran duda está en si el esférico golpea en el codo o en la cabeza de Dyverson, que formaba parte de la barrrera alavesista. En cualquier caso, es uno de esos lances en los que rara vez se señala la pena máxima.
Mendizorroza no se esperaba un jarro de agua de ese calibre después de haber visto cómo los albiazules habían planteado un serio partido contra lo blancos, que les habían llevado a adelantarse en el marcador a los siete minutos del encuentro y a crearle en los posteriores nuevas ocasiones de gol.
En el minuto 20, el alavesismo reclamó un penalti sobre Theo que, en esta ocasión no fue pitado. El colegiado decidió expulsar del banquillo albiazul a Carlos Compagnucci, asistente técnico de Pellegrino por reclamar la pena máxima en esa acción.
El Madrid ve como le señalan un penalti a favor después de 28 partidos.
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