Borrar

RUMBO A LA GLORIA

Con el triunfo por la mínima en el pequeño campo del Alcorcón, el Alavés dio un paso de gigante en su lucha por el retorno a Primera

Carlos Martínez

Lunes, 16 de mayo 2016, 08:20

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Con el triunfo por la mínima en el pequeño campo del Alcorcón, el Alavés dio un paso de gigante en su lucha por el retorno a Primera. Demostró nuevamente su poderío fuera, en entredicho últimamente, ante un difícil contrincante. De esta forma, dejó la promoción de ascenso a nueve puntos -faltan doce por jugar- y le separan cuatro respecto al tercer clasificado, el Nástic. Además de compartir coliderato con el Leganés, sería excelente consumar la proeza incluso antes de la última visita a Tarragona. Pero habrá que ir partido a partido para no dejarse sorprender en Vitoria frente a una Ponferradina que se está jugando contrariamente el descenso. Para ello, habrá que mantener el férreo compromiso defensivo de todo el equipo y volver a acertar con la puerta contraria. Es decir, máxima efectividad cerca de las porterías, según el sello propio impregnado por el técnico Bordalás durante toda la temporada. Y que sus futbolistas están sabiendo interpretar a la perfección. Parte de esta plantilla volvió ayer a su antigua casa para dificultar al Alcorcón la opción del play off.

Para empezar, Bordalás dispuso de una táctica cargada a medias tintas, con recambios en el banquillo por si acaso. La mejor señal es que solo tuvo que echar mano al final de Guichón y Borda y casi sobre todo para perder tiempo. Porque aunque repitió a domicilio con el trivote en la medular, se atrevió con el ofensivo Femenía en el lateral derecho, que incluso pudo sentenciar al final.

Eso sí, no arriesgó con Juli en la mediapunta para incluir otra vez al rocoso Bernardello. La vuelta tras su sanción del central Pelegrín apuntaló la zaga y repitió en el extremo izquierdo con Pacheco. Que a la postre fue decisivo en el único gol del partido y en el primer minuto de la reanudación, tras un imperdonable fallo local. Con el terreno rápido por la lluvia, Dani demostró que también sabe robar balones y refrendó su sangre fría en el uno contra uno. Acto seguido, el Alcorcón tiró de toda su artillería pero con abuso de balones a la olla y un solo susto para el cancerbero alavesista. Antes, y tras la amarilla del capitán Manu García, afianzó la defensa con Carpio para centrar a Juli en la zona ancha.

Dosis de calidad

Fue el jugador alicantino quien perdonó en la primera mitad al conjunto alfarero después de dar un balón en el larguero. Cómo no, tras la peinada del punta Toquero, que volvió a sentar a Barreiro en el banco. Pero siempre será buena noticia si no tiene que intervenir a contracorriente. Porque ayer se volvió a demostrar que no gana quien más amasa la pelota, sino quien más acierta en ambas áreas. Lógicamente, todo sería inviable si el esfuerzo colectivo al unísono no viene acompañado de dosis letales de calidad.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios