El Alavés quiere recuperar el control

45 en total en el tramo comprendido entre el Nástic y el Mirandés (9 por partido), saldado con 8 puntos de 15; cuando solo había registrado 44 disparos en contra en la exitosa racha anterior de seis victorias en siete jornadas (6,3). Casi tres oportunidades más por encuentro en la portería defendida por Fernando Pacheco, pieza clave albiazul en los últimos choques. Algunas de ellas, además, bastante claras, algo que no era habitual en el engranaje defensivo alavesista. De los 2,6 tiros a portería que el conjunto vitoriano sufría antes a los 4,2 de ahora.

«Es normal que lleguen y hagan ocasiones, pero queremos corregir esas situaciones, que nos creen menos. Y en ello estamos. El míster está incidiendo mucho en que tenemos que volver a ser más sólidos, como en partidos anteriores», destaca Dani Pacheco. Es la obsesión de Bordalás, recuperar el control de los partidos que el cuadro babazorro había tenido en citas anteriores. En las que se mandaba mucho y se sufría poco. Además de la derrota ante el Nástic en Mendizorroza, el Alavés ha pasado momentos de agobio frente a Huesca (1-0), Oviedo (1-1), Llagostera (1-0) y Mirandés (0-0), saldados satisfactoriamente en el marcador.

Solvente, pese a todo

Esa es la parte positiva, que, aunque fuera con sufrimiento y apoyado en las destacadas actuaciones de su portero, el líder ha sabido saldar con puntos ese lunar de solidez. 8 de 12 en la segunda vuelta, el tercero que más, superado solo por Mirandés (10) y Leganés (8), mientras que otro aspirante como el Córdoba, quinto clasificado, es el peor con 1. «El equipo está bien, hay rachas y momentos, pero las segunda vueltas son siempre más complicadas en esta categoría, los rivales se juegan muchísimo, nos conocemos todos y no es fácil sacar partidos. Las estadísticas hablan por sí solas. Si en un pequeño bajón de juego seguimos sacando un número de puntos importante, eso demuestra que el equipo está bien y fuerte», reflexiona Dani Pacheco.

«Ahora hay que hacer bueno el punto de Miranda ganando al Almería», precisa el atacante andaluz. Son partidos que pasan más desapercibidos que el de la semana pasada, por ejemplo, por aquello de que el conjunto rojillo es un rival directo, pero el ascenso pasa por amarrar los encuentros de Mendizorroza y el vestuario albiazul es consciente de la importancia del duelo de mañana frente a los rojiblancos.

«El Elche cuando subió o el Girona y el Betis el año pasado... Pierden un partido o dos como mucho en casa. Nosotros ya hemos perdido dos (Mirandés y Nástic) y no podemos dejar que vuelva a ocurrir. Tenemos una ventaja que seguiremos manteniendo si sacamos los puntos como local. Fuera somos un equipo complicado y vamos a rascar puntos», reflexiona Pacheco, consciente de la dificultad de un adversario diseñado para el ascenso que ahora está peleando por eludir el descenso.

«A principio de año nadie habría dicho que iba a estar en esta situación, pero van a pelear hasta el final, allí nadie quiere oír hablar de Segunda B y no se van a rendir, son equipos que se juegan más que los de arriba», avisa el extremo malagueño. Y vuelve a lo mismo. La calidad que atesora la plantilla rojiblanca le convierte en un rival más peligroso si el Deportivo Alavés concede las mismas ocasiones que ante el Huesca o el Llagostera, dos equipos que visitaron Mendizorroza en posiciones de descenso, como el Almería, y pusieron en serios apuros al conjunto de Bordalás.

Retorno al once

Precisamente, Dani Pacheco puede ser una de las novedades en el partido de mañana después de quedarse en el banquillo en Anduva. «El míster optó por Iñaki y aquí estamos todos para sumar. Ojalá que me vuelva a tocar y pueda ayudar», dijo el andaluz. La única duda de Bordalás es el portero suplente, Pau Torres, que trabaja al margen por un golpe en la rodilla.